Cuando arrecia el frio se agradece estar a cubierto, también te permite alguna vez llevar compañía, algún día de la temporada me acompaña alguno de mis hijos y esto me ha permitido de compartir un día de caza con ellos cosa que con el treestan no es posible, que también lo uso, me gusta ir alternando. Este año tuvimos la suerte que al poco de ponernos y digo poco porque no hacia ni media hora que estábamos dentro nos entro una piara entera y pude disparar con el arco, una súper gozada, otras veces los he tenido bufando y oliendo al lado de la lona, os aseguro que se te ponen los pelos de punta un día no sabía si abrir la cremallera y echar a correr o coger el cuchillo y salir a lo Kill Bill. Bromas aparte soy consciente que pierdes mucha visión y solo puedes ver lo que tienes delante pero vale la pena, coges el termo el bocata bien sentadito y un poco de tu música preferida hasta que empieza a oscurecer y al ataque.