PARA FRENAR LA CAZA ILEGAL DE RINOCERONTES Y ELEFANTES
‘Drones’ contra el furtivismo
La presión del furtivismo sobre elefantes y rinocerontes es una lamentable constante que produce la muerte de miles de ejemplares de ambas especies al año en algunos países africanos para la venta y comercialización ilegal de sus colmillos y cuernos.
Así, según EFE, “el Gobierno de Tanzania detectó un aumento de la caza furtiva de elefantes desde que el Ejecutivo se viera obligado a poner fin hace dos meses a una controvertida campaña contra esta práctica. En noviembre y diciembre más de 60 elefantes fueron asesinados en todo el país, según el viceministro de Turismo y de Recursos Naturales, Lazaro Nyalandu. La caza furtiva de elefantes y de rinocerontes, masacrados por sus colmillos y cuernos, aumentó de manera exponencial estos últimos años en África, motivada por una fuerte demanda en Asia y Oriente Medio”.
Por su parte, en Sudáfrica, ante el constante furtivismo de rinocerontes y elefantes, se ha incrementado mucho la presión de las autoridades sobre los que llevan a cabo esta práctica, practicándose en 2013 más de 300 encarcelamientos por el delito de caza ilegal de animales salvajes. La mayoría de las detenciones se efectuaron en el conocido Parque Nacional Kruger. En cuanto a los terrenos con más registros de caza furtiva, están el mencionado Kruger, así como las provincias de Limpopo, North west, KwaZulu-Natal y Mpumalanga. Al respecto de esta lacra, la Asociación de Cazadores Profesionales de Sudáfrica alertó de que la captura ilegal de rinocerontes ha costado al país casi 145 millones de dólares desde 2008.
Sin embargo, el trabajo desarrollado por un equipo de investigadores españoles puede suponer la solución al problema que sufren estos animales, ya que han sido utilizados aviones no tripulados (‘drones’) para detectar a los furtivos que amenazan a estas especies en todo el continente. Reproducimos a continuación la información completa, aparecida en la web lainformacion.com:
“La ayuda para los rinocerontes de África puede venir del cielo. Un equipo de investigadores españoles ha empleado aviones no tripulados ('drones') para detectar a los cazadores furtivos que amenazan a estos animales en todo el continente. El grupo, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desarrolló el sistema de vigilancia y lo probó durante el pasado mes de agosto de 2012 en fincas privadas de la provincia sudafricana de KwaZulu Natal.
Para la experiencia, que saldrá publicada en el próximo número la revista PLOS ONE, los científicos emplearon cámaras fotográficas y de vídeo en alta resolución, así como otra de vídeo de espectro térmico para trabajar por la noche. Las aeronaves, de menos de dos metros de envergadura, permitieron a los investigadores localizar a los rinocerontes, detectar intrusiones de personas y monitorizar las vallas por las que acceden los furtivos a las fincas. El estudio analiza los factores que afectan a la eficacia del sistema, como el tipo de vegetación, las horas del día y la altura de vuelo y también recogen sus limitaciones, y concluye con propuestas para optimizar su manejo.
“Este trabajo demuestra que los aviones no tripulados pueden funcionar como una herramienta útil para la vigilancia de áreas sensibles, especialmente las de difícil acceso, como apoyo en las operaciones contra el furtivismo y como método complementario para la investigación de la ecología de los rinocerontes”, explica Margarita Mulero‐Pázmány, de la Estación Biológica de Doñana del CSIC.
Gracias a su tamaño, estas aeronaves sólo requieren de una pequeña zona libre de vegetación para despegar y aterrizar, con lo que su despliegue puede ser inmediato. El coste económico es reducido y el manejo es sencillo, y al ser aparatos eléctricos pueden ser empleados sin molestar a la fauna y sin que sean detectadas por los furtivos.
Especies vulnerables
Sudáfrica cuenta con el 83% de la población mundial de rinocerontes y es además el país con el mayor índice de caza furtiva, casi mil individuos muertos en 2013. Según el estudio, el furtivismo es la principal amenaza para la conservación de las dos especies de rinoceronte que viven en África: el rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) y el negro (Diceros bicornis), clasificados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como casi amenazado el primero, y en peligro crítico el segundo. Ambas especies estuvieron al borde de la extinción durante la década de los noventa.
“El consumo de sus cuernos como medicina tradicional, principalmente en los países asiáticos, es la causa principal de la caza furtiva. Debido a la alta demanda y la naturaleza ilegal de su comercio, los precios que alcanzan en el mercado negro son muy elevados, lo cual constituye una tentación para los sectores más desfavorecidos de la población, que pueden obtener por un cuerno el equivalente a varios años de salario”, añade Mulero‐Pázmány