Para aquellos, como yo, que se han quedado sin poder hacer aguardos los tres primeros meses del año, os recomiendo una sana actividad: La caza del zorro con reclamo.
Durante el mes de enero y febrero su caza está permitida desde puesto fijo en Extremadura.
No es tan emocionante como nuestros aguardos, pero os aseguro que engancha, y si de emociones se trata, maese raposo nos podrá la “patata” a toda máquina con sus mil y una argucias.
Además de emocionante, con su caza conseguiremos echar una mano a esas otras especies tan castigadas por la abundancia de zorros.
Os voy a contar mi experiencia en esta caza durante estos dos meses, que son los del celo y la toma de posesión de sus territorios.
Lo primero que he observado es que no hay tantos zorros como parece. Alguno se echará las manos a la cabeza por esto que digo, pero realmente es así. Donde yo cazo hay abundancia de zorros, y hay muchos, pero no tanto como se piensa. Es un animal muy territorial que no permite la presencia de otros zorros en su terreno.
El territorio de una pareja de zorros en muy amplio, y por sistema, lo recorren en casi su totalidad a diario. Bien juntos, o separados.
Es relativamente fácil, con un poco de paciencia, avistar el zorro al atardecer en su campeo, y si lo observamos con detenimiento, casi siempre son los mismos zorros en las mismas zonas. A veces, en su campeo, van y vienen, avistándolos varias veces, pero son los mismos.
RECLAMOS:
He probado un poco de todo: La famosa “chapa australiana, el de los culatines de cartuchos, el Nordik Predator Mini, alguno de madera que venden por ahí, las piñas de aliso, y otros con dos maderas y un plástico entre ellas......., y todos, más o menos funcionan. No tanto como se dice, pero funcionan.
Pero si bien los reclamos funcionan más o menos, no hay nada como aprender a imitar el sonido con los labios y las manos. Como dando besos. Este sonido no sé lo que tiene pero les vuelve locos dentro de la dificultad que entraña atraer a un animal tan astuto.
LA TÉCNICA:
Las mejores horas como para casi todo tipo de recechos es el amanecer y el atardecer, aunque se puede practicar un tipo de stalking en el que vas recorriendo las zonas querenciosas reclamando un tiempo pequeño en cada una de las paradas, y que se puede practicar a partir del medio día los días soleados, en el que el zorro busca acomodo fuera de sus madrigueras.
En el amanecer la técnica que me ha ido bien es la recogida reclamando sólo a zorro visto.
En el atardecer el reclamo puro y duro.
Por supuesto, hay que tener el aire bueno.
EL RECLAMO:
La manera que a mi me ha ido bien es reclamando suavemente, con paradas intermitentes que duren el tiempo que crees que puede tardar un zorro en recorrer la distancia de la que intuyes que puede venir hasta tu posición.
El oído del zorro es sorprendente y las llamadas suaves en el atardecer son oídas a distancias increíbles.
Hay que ponerse con la suficiente antelación como para dejar descansar el campo y no reclamar demasiado hasta la puesta del sol. Ese es justo el momento de intensificar las llamadas que si estas de suerte, serán atendidas con una celeridad sorprendente.
A zorro visto hay que reclamar según te lo vaya pidiendo el zorro, pero siempre suavemente y si lo ves arrancarse, no reclamar más y mantener la calma.
Con frecuencia, el zorro viene con celeridad hasta las inmediaciones del reclamo, pero cuando va llegando disminuye esta realizando paradas y dando abarcos para coger el aire. Un buen truco es poner un trozo de papel en una mata a una buena distancia, para que el zorro fije su atención en él, y colocarnos de forma que el abarco que de el zorro para coger el aire nos favorezca, metiendo al zorro en la escopeta.
Bueno, espero que lo practiquéis que os va a enganchar.
Un saludo.