Para el arco es mas que imprescindible, necesitas saber cual es el estado de animo del jabali, pues tienes que moverte con movimientos de una amplitud escandalosa para esos quince metros que te separan de el y que son a pecho descubierto. Las orejas, como levanta la cabeza, como mueve el rabo, su actitud corporal, si eso no lo ves con detalle no sabes la hora de descolgar el arco y ponertelo delante, aparte de que estas haciendolo a lo loco te pierdes unos momentos, desde que ya tomas la decision de empezar a moverte, hasta que terminas en que estas a tope y estallandote los sentidos de tanto forzarlos. Despues viene la parte de mayor peso eticamente, pues necesitas saber perfectamente su postura, hasta en donde tiene cada pezuña, para poder visualizar la trayectoria que seguira la flecha y en que punto debes de apuntar, asi minimizas el problema de que se interponga un hueso en la trayectoria de la flecha y maximizas la posibilidad de cortar organos y arterias vitales para que el obito sea mas rapido. Debes de saber cuando puedes abrir el arco y que en el tiempo que transcure hasta que sueltas es muy poco probable que se mueva. Y todo eso no lo puedes hacer sobre una sombra de bordes indefinidos y acuciado por un subito arranque del jabali en cuanto pulses la luz.