A LA MEMORIA DEL PRIMER CIENTÍFICO ECOLOGISTA.
En primer lugar darle las gracias al traductor por su perfecto "Macarrónico" y recomendarle por mp una academia cojunuda que ha abierto un cuñao por si quiere aprender italiano.
Ante tamaña sucesión de dislates torpemente amalgamados por uno,dos o varios presuntos ecologilis, uno tiene la absoluta certeza de que tomaron algo más que te de jazmín y fumaron otras cosas ademas de celtas cortos. Qué barbaridad, así mal traducidos uno tiene la sensación de haberse pasado con el agua de fuego o de estar demasiado tiempo bajo los recalcinantes rayos de lorenzo. Qué cantidad de majaderías con tal de desprestigiar la caza. Al remate entre los que abogan porque influye en la superpoblación jabalinera y los que difunden que esparramar piaras puede propagar enfermedades, lo único que saca en claro es que valga para aumentar o "achicar" piaras lo único que quieren es prohibir la caza.
Cambiar masacre por caza, mujer por guarra guía y empresa por piara es algo que en principio parece cosa de broma, pero estos pavos van en serio, muy en serio.Tan en serio como los rancios científicos de aquí que desde hace décadas intentan hacernos creer que el plomo de nuestras municiones es el más letal de los venenos. Mucho más que la inmunda e infame amalgama de conservantes, gelificantes, extrusionantes y emulsionantes que por desgracia debemos consumir a diario todos los que tenemos la desgracia de comer alimentos preparados de manera industrial.
Como conclusión he creído descifrar que las piaras de entre 1-23 o 4-34 especímenes aquí no se ponen de acuerdo. No sabemos si el número de cochinos varía según la época del año o si hay partido de la roja. Estás están formadas por individuos juveniles, varias hembras y una de ellas hace de guía. Una líder que una vez queda en celo difunde una serie de marcadores odoríferos que provocan el celo de las demás hembras fértiles y que lo corta cuando cesa. Si esta hembra líder pereciera bajo los disparos de un abyecto y malvado cazador las demás hembras en celo del grupo seguirían con él porque carecen de los estímulos olfativos para cortarlo. Además la manada se dispersa y los guarros del lugar tienen pincho asegurado. Esto lo traducen como un mecanismo de defensa natural que tiene la especie para contrarrestar la mortandad que le causa la caza.
Todo esto lo avalan con unos "esperimentos" de hormiguero hechos en corrales al aire libre que no dejan de ser corrales y que vienen a ser como los actores de las películas. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
También apuntan un descubrimiento novedoso, que seguramente revolucionará la ciencia y su concepción en años venideros. Que hará temblar los pilares de la biología animal y obligará a los etólogos a refundar todas sus creencias y estudios. Una auténtica primicia tal como la abundancia y disponibilidad de alimento en su medio favorece la reproducción de los animales. De premio nobel.
Y ya puestos a decir barbaridades sale a palestra un tal director de un museo de Viena afirmando que la caza provoca una inmensa multiplicación en los animales salvajes, porque los que quedan aprovechan los recursos alimentarios de los que desaparecen. Vamos que tocan a más y por eso se reproducen a cascoporro. ¡Si seré cazurro cuando pienso que las perdices de mi coto están a punto de extinguirse!
Que va según este noble Alemán las cuatro que queden se podrán gordas como pelotas y forniciarán tanto que habrá una multiplicación de proporciones estratosféricas. Joder y no podría dedicarse a ponerse colorao como una gamba en Benidorm como hacen los demás.
Este veterano cazador y reciente "desviador de conductas jabalinescas" en su humilde cargo de jefe de sala de despiece queda estupefacto ante tamaña gilipoyez. Y me apena que todas estos gurús del Ecologilismo digan todas las necedades que dicen porque lejos de caer en saco roto llegarán a los oídos de quién quiere escucharlas. Y terminan haciendo daño.
No quedando contentos continúan con los "esperimentos" que se suceden en varios países algunos tan parecidos a Italia como Japón, un símil perfectamente factible a la hora de demostrar su rigor científico. Tras multitud de pruebas con sembrados variopintos y argucias destinadas a controlar a tanto “suido díscolo” llegan a la conclusión de que hay alternativas mucho más justas que la propia caza. Aquí hay que reconocer el nombre de dos "disidentes" que si abogan por la caza y no volverán a ser nombrados jamás.
Cercas eléctricas, cebos y siembras en los bosques y lo que llevaba yo esperando desde que comencé la lectura. El santo grial de los “comelechugas” de los que prefieren robarle a un animal salvaje su derecho a "forniciar" y la libertad de reproducirse antes que despacharlo en justo lance cacero, cocinarlo y preparar una familiar caldereta. EL TODOPODEROSO GONACON disparado a velocidad supersónica por pistolas especiales tipo 007.
Mejor que no lo escuchen los iluminaos que proponen la creación de un cuerpo profesional de cazadores o pronto veremos un tíos vestido como un sniper dispuesto a capar gorrinos química y asépticamente de un certero tiro “cepalaoreja”.
Y si antes hizo acto de aparición un científico Alemán ahora tocan estudiosos Franceses. ¡Como se ponen por cuatro gorrinos¡¡ Que mala leche! Seguramente habrán aprendido de sus compatriotas de las “becicletas” que le birlaron su TOUR a CONTADOR por una mísera 0,0000000000000000001 parte de “noseque”. La misma cantidad de materia cefálica que demuestran tener muchos que no hacen ni el huevo y encima cobran por ello.
Claro está que la caza tiene tantas luces como sombras, dimes y diretes a favor y en contra. Que introducir especies semidomesticas en espacios abiertos que puedan hibridarse con las salvajes es una irresponsabilidad de tomo y lomo.Pero a estos "Urbanitas asilvestraos" les importa un pijo que sirva o no para gestionar el medio ambiente.
Amparándose en las barbaridades de unos cuantos caprichosos “pegatiros” que tienen de cazadores lo que yo de monaguillo, pretenden terminar con la única medida eficaz y duradera de controlar las poblaciones de animales salvajes. Sin argumentos, con mentiras y medias verdades que para el caso vienen a ser lo mismo. No profundizan en sus modalidades, ni en su ética y mucho menos en los usos tradicionales que tanto nos ayudaron antaño a subsistir y que son sus primeras víctimas propiciatorias.
¡Amigo y llorado Félix que triste que te marcharas tan pronto! Y que injusto que no estés aquí en nuestros días para ayudarnos a combatir a toda esta pléyade de “enteraos”. Un hombre con el carisma de un gran líder, la sabiduría de un maestro y la dialéctica de un piel roja. Un científico que usando métodos más o menos ortodoxos supo mostrar la realidad de la naturaleza sin melindres ni florituras, doliera a quién doliera. Un cazador que criticaba la caza cuando había de criticarla y le daba su justo valor cuando era necesario.
Como iban a correr ante tu experiencia y argumentos todos estos “neoconservacionistas de ciudad” nacidos al amparo de oscuros intereses y espoleados por falsos líderes de opinión que los manejan como las marionetas que son. Alguno hay entre ellos que fue antiguo colaborador tuyo, que ha mutado de colaborar en revistas cinegéticas a inventarse censos y estadísticas para desprestigiar la caza.
Así que por mi esos ilustres científicos Italianos en lugar de tocarnos las gónadas con los gorrinos podrían dedicarse a seguir poniendo a punto sus máquinas de moto gp. Para que sus grandes campeones puedan seguir ganando todos los campeonatos del mundo como hasta ahora. ¿Por qué Márquez y Lorenzo son Italianos verdad?
LOBACO
Primitivo, Atávico y Auténtico.