No he pretendido entrar como un elefante en una cacharrería con estos comentarios míos, tan sólo plantear un contrapunto a los apriorismos habituales en los círculos venatorios cuando se habla de estos temas.
En efecto yo vivo y trabajo de veterinario y gestor de caza en un área donde abundan los lobos y donde su impacto en la economía y en el medio ambiente es muy importante desde hace muchos años, por no decir desde siempre. Mi relación con ellos es compleja. De una parte está mi trabajo como veterinario en la administración del Principado, por el que he tenido que intervenir en peritajes, valoración de daños o temas de bienestar animal. De otra mi interés y trabajo como gestor ya que su presencia modifica la dinámica de las poblaciones de caza mayor.
Desde estas perspectivas creo que el lobo no es especie de caza sino un depredador que actúa regulando las poblaciones de ungulados, siendo para los cazadores un competidor y no una presa. El lobo si lo convertimos en pieza de caza es absolutamente ruinosa. Hay que tener presente que las leyes de caza de toda Europa establecen la obligación de compensar económicamente a los ganaderos y agricultores por los daños ocasionados por las especies cazables. En el caso del lobo el impacto económico es de tal magnitud que se haría imposible para cualquier gestor el asumirlo. Por ejemplo en dos cotos colindantes que gestiono desde hace años: Valdés y Villayón, el número de animales domésticos declarados oficialmente que ha matado el lobo en cada uno de los últimos años es superior a los 700. Esto tiene un valor a los 300 mil euros. ¿Cuántos lobos lo hacen? Pues quizás menos de 30 en total, de los cuales un 50% son lobeznos del año y otro 30% juveniles. ¿Cuantos lobos adultos macho de calidad "trofeo hay? Puede que no más de 4. ¿Cuál creéis que puede ser su valor de oportunidad para un gestor que tenga que abonar 300 mil euros año en daños para comercializar los permisos de caza? Imposible.
Con frecuencia escucho que si es posible vender los permisos, que si hay gente que paga 6000 euros por ellos, que si tal que si cual. Aunque matásemos 10 lobos de esos 30 y pudiéramos encontrar incautos que pagasen esos precios, el resultado sigue siendo de un desfase contable de 240 mil euros año. La ruina más absoluta.
No, el lobo no es especie de caza, lo que no quiere decir que los cazadores no puedan colaborar en su control. Cuando uno gestiona una especie o un espacio asume todas las responsabilidades que eso lleva aparejado, y a día de hoy creo que los cazadores no podemos afrontar la gestión del lobo.
En cuanto a las condiciones de su caza no soy el primero ni el único que ha destacado la dificultad y singularidad de su caza con armas de fuego. Creo que cualquiera que se haya enfrentado alguna vez al tema ha sufrido una cura de humildad. No en vano el lobo es un "key predator" y está en la cúspide de la cadena trófica. Son millones de años de evolución resolviendo el problema de la supervivencia. Sé que para muchos de nosotros el reto de un macareno supone el culmen venatorio, y con seguridad lo es, pero conseguir abatir un lobo, no ya el padre de todos los lobos, es a mi juicio más difícil y exigente.
Respecto a los cazadores profesionales que se contrataron en El Cuera (no era ningún parque nacional) fue un error. Eran sin duda grandes cazadores de otras cosas pero no sabían de lobos. Pasaron semanas durmiendo en el monte pasando todo tipo de penalidades y costaron un congo (es cierto que se usó un helicóptero para montar una especie de refugio para que pudieran descansar pero no para buscar lobos) y su resultado fue paupérrimo. El error fue no querer contar con algunos de los guardas de caza de la zona que sí sabían lo que hacer. Cuando esto se corrigió se acabaron los lobos del Cuera.
Por último, quisiera hacer una reflexión general sobre la caza. La caza es una afición, una manera de utilizar nuestro tiempo libre, de satisfacer los anhelos de libertad y de sentirse primitivo como decía el filósofo. Cuando la caza se convierte en trabajo diario, cuando se hace necesario cumplir un objetivo, pierde su encanto y puede amargar al más pintado.
Saludos