Hace mucho que no me encuentro un perro ahorcado y espero seguir así. Hace años, cuando aún quedaban resquicios de la Extremadura profunda de los santos inocentes, entre las gentes del campo se estilaba mucho el ahorcar los perros. Los ajusticiaban de tan cruel manera por motivos varios pero el principal era cuando se picaban los perros a matar ganado, gallinas, etc. Entre el gremio de los galgueros hay gentuza, como en todas partes. Ya sé que lo comento muchas veces pero es así. Hay malnacidos que si no hubieran venido al mundo, no pasaría nada. Y viviríamos mejor, mucho más tranquilos.