Hombres de poca fe conque estaba reventao ,lo que pasa es que me pudo este nervio mío que tenía más ganas de cochino que de baile y al final me quedé sin el y me toco bailar eso si con mi loba que de fea na más tiene que el marido.
Yo no dije que no pesara sino que podía ,puedo y podré con el hasta que cumpla por lo menos sesenta y nueve ,subirlo al árbol es lo difícil no por hacer fuerza sino por evitar que se caiga ,pero una vez arriba el mundo cambia por completo y se postra ante tus pies,te vuelves invisible e inaudible anoche volví a comprobarlo.
Sobre las nueve terminé de montarlo sobre el mismo roble donde dos días antes tiré el gorrinete porque las pipas las tienen machacadas esperaba la visita de de una piara que por lo menos lleva siete u ocho primales que pasan de los cuarenta quilos ,a las diez comencé a escuchar los mismos ruidos que la anterior noche ¿No puede ser el mismo con el susto que le di?. Sobre las once el animal se acercó hasta el pie de la escalera y de un bufido se escabulló hasta una encina situada a diez metros a la izquierda ,SABÍA QUE ESTABA ALLÍ Y YO TAMBIÉN QUE ÉL NO SE HABÍA IDO algunos gruñidos y sonidos guturales pero no asomó,casi una hora después subío estrepitosamente por unas piedras y asomó a la claridad de la luna UN HERMOSO Y GORDO TEJÓN ,el corazón casi se me sale del pecholobo me tuvo pendiente como si de un jabalí se tratara y al final un tejón al que se le apareció san bartolo porque de ser otro. lo despena con el chasco.
UNA NOCHE LLENA DE EMOCIÓN QUE ME ACERCA UN POCO MÁS AL MUNDO DE LAS ESPERAS NO ESTAMOS LOCOS QUE SABEMOS LO QUE QUEREMOS.