Efectivamente, además de tocarme uno de los collados que separan Madrid de Segovia, teníamos una montada con el tiempo de mucho cuidado, como veis, y entraba el aire de espaldas por el collado a una velocidad de mil demonios... Por cierto el mono cortaba el aire formidablemente.
Iba con el cuarto, que sale conmigo, y el tercero, que saca la foto, y obviamente les deje toda la montería metidos en el coche, que afortunadamente lo tenía al ladito. Hasta las dos y media o así que les deje salir un rato.
En las monterias suelo estar de pie para que me de tiempo al tiro rápido, no se ve pero estaba en un cortafuegos de unos siete metros de ancho, por estar de pie se formo la capa de hielo.
En Resumen, como el elefante blanco del 23F. Los cochinos ni estaban ni se les esperaba...
si total estabamos a pocos bajo cero...